lunes, 26 de noviembre de 2012
Tiempo
Hay quienes creen que hablan muy bien, hasta que se oyen. Otros creemos que escribimos bien hasta que los textos pasados o recientes nos revelan errores. Hay quienes creen que caminan con elegancia hasta que un video los ilustra como un eslabón más -de los primeros- en el cuadro sobre la evolución del hombre.
Lo refrescante ante esas revelaciones es que algo se puede cambiar. Dicho esto en cuanto a los yerros de una vida que guardan espacios para la corrección.
No se puede alterar el tiempo.
Sólo el presente es editable y ofrece segundos para llegar al instante próximo con un margen de certezas mayor a esos minutos que recién se alejaron. Es cuestión de tiempo, de observar con detalle al espejo interior. La puerta de muchas otras tantas puertas.
"Sí, el viejo portal del cielo
Puede enfriar los cuerpos de hoy y ayer
Se niega el recuerdo por sano y se quema
En las puertas de una ciudad
Que aulla sin ser vista"
(Encadenado al ánima -Invisible- Luis Alberto Spinetta)
domingo, 25 de noviembre de 2012
Bambú
El patio de un bar, piso de madera, cielo abierto, una
merienda literaria junto a varios compañeros. La propuesta, escribir en cinco
minutos “sin repetir y sin soplar”. Miré alrededor y ví entre algunas flores
las cañas de bambú que decoraban ese lugar.
Pensé, ¿es el mismo bambú con el cual se torturaba a los soldados
americanos capturados durante la guerra en Japón? Dicen que colocaban trozos de
esas cañas debajo de las uñas de pies y manos de los soldados americanos. La
versión trascendió en boca de los muchachos del “Tío Sam”. Quizás por eso años
más tarde confundieron a Vietnam con Japón y los rociaron –una y otra vez- con napalm.
Incluso tras haber detonado Hiroshima y Nagasaki.
Hace pocos días el embajador de Japón ante los Estados Unidos, Ichiro Fujisaki, le regaló al presidente Obama una maceta con pequeños bambú. Le recomendó los
cuidados, “hay que regarlas todos los días en verano” y acotó “dicen que sin esa
atención, el bambú hará raíces debajo de las uñas de su dueño”.
Obama sonrió, al mismo tiempo que comenzaba a disparar la
respuesta, “por si eso llegara a suceder embajador, le recuerdo que los EEUU
jamás dejamos de fabricar bombas…”
Ichiro Fujisaki inclinó su cabeza hacia adelante, en reverencia y luego volvió a mirar a los ojos a Obama. También sonrió y le dijo “gracias señor Presidente, le reitero, debería regar el bambú todos los días en verano y cada tanto en invierno”.
(Postdata: El encuentro Fujisaki-Obama es parte de la ficción.)
(Postdata: El encuentro Fujisaki-Obama es parte de la ficción.)
sábado, 17 de noviembre de 2012
FB, en la Legión de Superhéroes Argentos
Federico Baggini, y una sus armas superpoderosas.
“The good news is no news”
(“Las buenas noticias no son noticia”) le habrán gritado varias veces
tanto a Peter Parker (El Hombre Araña) en el “Daily Bugle” como a Clark Kent en
“El Planeta". Superman quizás cansado de cambiarse de ropas en las cabinas
telefónicas de Metrópolis decidió hacerse bloguero, pero esa es otra historia.
El relato que nos ocupa tiene que ver con uno de los superhéroes argentos, de arranque revelaremos su identidad secreta a través de iniciales: FB (Federico
Baggini) y uno de sus poderes especiales: se siente muy cómodo
en la cruzadas con formato de gauchadas.
FB, valga el lugar común, también está en la red Facebook y es un escritor con perfil de
frontman rockeril, pleno de sensibilidad social.
Hace años decidió beber una tónica apta para el público
de buena voluntad que nos legaron Cortázar, Borges, Macedonio Fernández y Sábato, entre otros legendarios claro.
De allí que su cruzada es por la Justicia Social no sólo por la inclusión. Según
fuentes calificadas FB asume los desafíos de la realidad y los trabaja con la
paciencia y talento de los escultores.
A las pruebas -recientes- me remito: Hace algunas horas en la Escuela Marcelo T. de Alvear de la Ciudad de Buenos Aires, participó de un
festival a beneficio de la Cooperadora del colegio. De la misma forma que colabora con la cruzada por Lalo (1), un chico que necesita fondos con premura para
viajar a China y someterse a un tratamiento con células madres a fin de mejorar
su salud. A la escuela porteña llegó FB, luego de su invitación pertinente por las redes y a los
amigos no virtuales. Decidió subastar algunos libros suyos como
"Acariciapájaros” y obras de otros autores. Parte de lo que recauda se destina en este caso a la Escuela, a la causa de Lalo y el resto a un comedor de Lugano, “como siempre”,
resaltó orgulloso el autor.
Así, en la Marcelo T. de Alvear, FB acarreó una mesa, los libros y sonrió al ver
que en buen número padres e hijos se integraban al festival. “Un lindo marco”
comentó con una maestra. Y esperó paciente la presentación de su aporte
desinteresado. Al mismo tiempo el bullicio de los niños, pero sobre todo el
frenesí de los padres hizo imposible que nadie escuchara a nadie y la catarsis
de gritos o empujones, sumado a la temperatura ambiente, transformaron el
evento en una Torre de Babel.
Nadie se
sorprenderá de que reseñemos -a esta altura- que cuando quién oficiaba de
locutora comentó la presencia e intención solidaria de FB, los niños y los padres continuaron en su
descarga emotiva y nadie oyó el breve mensaje.
Según testigos que no revelaremos, semejante auditorio
hubiera hecho oídos sordos ante el anuncio de que entre ellos estaba
el ganador del sorteo por medio millón de dólares.
Pero FB no es de rendirse -acorde a su condición- y con cortesía, diplomacia y el
condimento del fastidio comprensible pidió el micrófono y en estilo directo invitó al "público" a la reflexión. Doy fe que el mismo Ray
Bradbury lo hubiera aplaudido de pié por su decisión. ¿Y a qué viene la irrupción de Bradbury? Ray,
que seguramente sigue a FB desde hace tiempo, se habrá regocijado de que ese tipo alto,
barbado, de ojos claros y sonrisa contagiosa reseñara lo mejor de su novela “Fahrenheit
451” por solidaridad manifiesta.
Aquella obra sintetiza el valor de los libros, la inmortalidad
de la palabra impresa y el esfuerzo de
los escritores desde la ficción aplicada a la realidad y al
rescate emotivo social que no pocos sueñan.
La anécdota final es que FB los invitó a considerar que los
libros tienen su lugar de descanso en los estantes pero están atentos a las cruzadas que amerite el buen espíritu. "Para los libros no transcurre el tiempo, ni tienen problemas de agenda
o tampoco hay que resetearlos", dijo y volvió a su
mesa respirando hondo tras el mensaje. Instantes después, fueron
varios los padres que con sus hijos se
acercaron a la mesa para comprar, consultar y felicitarlo.
Al fin y al cabo un superhéroe criollo estaba entre ellos.
Dirán que “The good news is no news” (“Las buenas noticias no son noticia”)? No
siempre. Sobre todo si hay jugadores que integran ese plantel que conceptualizó Bertold Brecht en cuanto a protagonistas imprescindibles.
(1) Para
saber y colaborar con Lalo.
http://www.diariopopular.com.ar/notas/133218-la-lucha-lalo-un-nene-que-necesita-ayuda
Etiquetas:
Bertold Brecht,
Clark Kent,
El Planeta,
Farenheit 451,
Fede Baggini,
Hombre Araña,
Justicia Social,
Lalo,
Libros,
Peter Parker,
Ray Bradbury,
Superhéroes,
Superman
domingo, 11 de noviembre de 2012
Mi taller, nuestro taller
Suelo considerar a mi conciencia como un juez imaginario, incorruptible, paciente.
Así le hablo, así le hablé en algún momento de la semana:
Señor Juez, debo prestar testimonio ante usted sobre un taller literario.
Estoy allí por obra y gracia de mi compañera -en el diario BAE- Sofía Bustamante, no diré mucho pero intentaré expresar al máximo. Alguna vez el celestial Pep Guardiola les habló a los 60.000 hinchas del Barcelona que asistieron al estadio Nou Camp para la presentación protocolar del equipo. De allí rescato una de sus frases: “¡Ajustad el cinturón porque este viaje será para disfrutarlo!” invitó el catalán.
Pues ése espíritu tienen los talleres aquí y en especial este segundo capítulo que compartimos.
Si me permite la comparación cinematográfica, Su Señoría, los talleres tienen la magia de Tim Burton o la delicadeza de la inolvidable “En el Campo de los Sueños” (1). Aquí uno sube cada siete días al "Trencito de la Alegría" (letal metáfora de un compañero barbado) y puede jugar como cuando fuimos niños y llevarse la tarea para el hogar. Y hay un común denominador, todo es reconfortante.
Señor Juez, parafraseando a Alejandro Dolina diré que hay vientos de gloria en poder gritar desde el silencio “que uno al fin y al cabo escribe para que lo quieran”. En beneficio de mis compañeros, a sólo efecto de enaltecerlos, juro que en este taller, percibo eso. Energía vital incluso para la categoría Sub 54 que integro. Alego también que nadie me espetó edad, prejuicios, rango, condición social o pensamiento político para integrarme. El valor agregado es que encontré coincidencias en cuanto a mis pensamientos políticos, pero excúseme de mayores precisiones.
Sí creo relevante, a los efectos del camino infinito de la expresión hacia la sabiduría, señalar que nos leemos con devoción, nos oímos con atención. Y hay devoluciones, sin que nadie tenga que bailar en el caño o esperar el puntaje de un jurado. Verá Señor Juez, hasta el jardín que está en la planta baja donde se desarrolla este taller es directamente proporcional -en cuanto a tonos, estética y luz- a las personas que llegan allí sábado tras sábado.
Hablar de quien nos guía, Natalia Rozenblum, sería un capítulo aparte. Intentaré explicar con brevedad: ella tiene diversas formas de expresión, van desde su Poemario, sus mails que jamás fastidian y hasta sus sonrisas, contagiosas o piadosas. Profesa el don de corregir para mejorar, nos alienta a susurrar o gritar desde las letras.
Verá Su señoría, cuando niño, si algún lugar me gustaba mucho, me hacía bien, me elevaba en espíritu, cuerpo y alma, le preguntaba a mamá: “¿Mañana podemos volver aquí?” Su respuesta viene a cuento hoy, viene a cuento de este taller. Mamá decía: “Podés volver todas las veces que tu corazón y tu memoria lo permitan. Hay que intentarlo siempre”.
Es todo Señor Juez.
(1) Film protagonizado por Kevin Costner, basado en una historia fantástica en torno al béisbol donde suceden cosas maravillosas, como que un padre se reencuentre con su hijo más allá de su muerte y concilien distancias pasadas en el presente mágico a través de ese juego.
Postdata: Hay 7 minutos de actuación de Burt Lancaster, encarnando a un viejo médico que merecen ser parte de la eternidad.
A continuación un link con más datos sobre esa película.
http://es.wikipedia.org/wiki/Field_of_Dreams
Etiquetas:
Alejandro Dolina,
BAE,
Barcelona,
Burt Lancaster,
En el Campo de los Sueños,
Natalia Rozenblum,
Nou Camp,
Pep Guardiola,
Taller Literario,
Trencito de la Alegría
Suscribirse a:
Entradas (Atom)