sábado, 17 de noviembre de 2012

FB, en la Legión de Superhéroes Argentos




Federico Baggini, y una sus armas superpoderosas.


“The good news is no news”  (“Las buenas noticias no son noticia”) le habrán gritado varias veces tanto a Peter Parker (El Hombre Araña) en el “Daily Bugle” como a Clark Kent en “El Planeta". Superman quizás cansado de cambiarse de ropas en las cabinas telefónicas de Metrópolis decidió hacerse bloguero,  pero esa es otra historia.
El relato que nos ocupa tiene que ver con uno de los superhéroes argentos, de arranque revelaremos su identidad secreta a través de iniciales: FB (Federico Baggini) y uno de sus poderes especiales: se siente muy cómodo en la cruzadas con formato de gauchadas.  FB, valga el lugar común, también está en la red Facebook y es un escritor con perfil de frontman rockeril, pleno de sensibilidad social.
Hace años decidió beber una tónica apta para el público de buena voluntad que nos legaron Cortázar, Borges, Macedonio Fernández y Sábato, entre otros legendarios claro. De allí que su cruzada es por la Justicia Social no sólo por la inclusión. Según fuentes calificadas FB asume los desafíos de la realidad y los trabaja con la paciencia y talento de los escultores.
A las pruebas -recientes- me remito: Hace algunas horas en la Escuela Marcelo T. de Alvear de la Ciudad de Buenos Aires, participó de un festival a beneficio de la Cooperadora del colegio. De la misma forma que colabora con la cruzada por Lalo (1), un chico que necesita fondos con premura para viajar a China y someterse a un tratamiento con células madres a fin de mejorar su salud. A la escuela porteña llegó FB, luego de su invitación pertinente por las redes y a los amigos no virtuales. Decidió subastar algunos libros suyos como "Acariciapájaros” y obras de otros autores. Parte de lo que recauda se destina en este caso a la Escuela, a la causa de Lalo y el resto a un comedor de Lugano, “como siempre”, resaltó orgulloso el autor.
Así, en la Marcelo T. de Alvear, FB acarreó una mesa, los libros y sonrió al ver que en buen número padres e hijos se integraban al festival.  “Un lindo marco” comentó con una maestra. Y esperó paciente la presentación de su aporte desinteresado. Al mismo tiempo el bullicio de los niños, pero sobre todo el frenesí de los padres hizo imposible que nadie escuchara a nadie y la catarsis de gritos o empujones, sumado a la temperatura ambiente, transformaron el evento en una Torre de Babel.  
Nadie se sorprenderá de que reseñemos -a esta altura- que cuando quién oficiaba de locutora comentó la presencia e intención solidaria de FB, los niños y los padres continuaron en su descarga emotiva y nadie oyó el breve mensaje.
Según testigos que no revelaremos, semejante auditorio hubiera hecho oídos sordos ante el anuncio de que entre ellos estaba el ganador del sorteo por medio millón de dólares.
Pero FB no es de rendirse -acorde a su condición- y con cortesía, diplomacia y el condimento del fastidio comprensible pidió el micrófono y en estilo directo invitó al "público" a la reflexión. Doy fe que el mismo Ray Bradbury lo hubiera aplaudido de pié por su decisión. ¿Y a qué viene la irrupción de Bradbury? Ray, que seguramente sigue a FB desde hace tiempo, se habrá regocijado de que ese tipo alto, barbado, de ojos claros y sonrisa contagiosa reseñara lo mejor de su novela “Fahrenheit 451” por solidaridad manifiesta.
Aquella obra sintetiza el valor de los libros, la inmortalidad de la palabra impresa y el esfuerzo de los escritores desde la ficción aplicada a la realidad y al rescate emotivo social que no pocos sueñan.
La anécdota final es que FB los invitó a considerar que los libros tienen su lugar de descanso en los estantes pero están atentos a las cruzadas que amerite el buen espíritu. "Para los libros no transcurre el tiempo, ni tienen problemas de agenda o tampoco hay que resetearlos", dijo y volvió a su mesa respirando hondo tras el mensaje. Instantes después, fueron varios los padres que con  sus hijos se acercaron a la mesa para comprar, consultar y felicitarlo.
Al fin y al cabo un superhéroe criollo estaba entre ellos.
Dirán que “The good news is no news”  (“Las buenas noticias no son noticia”)? No siempre. Sobre todo si hay jugadores que integran ese plantel que conceptualizó Bertold Brecht en cuanto a protagonistas imprescindibles.


(1)    Para saber y colaborar con Lalo.
http://www.diariopopular.com.ar/notas/133218-la-lucha-lalo-un-nene-que-necesita-ayuda

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