sábado, 8 de junio de 2013

"Nunca caminarás solo"


Foto: Carlos Brigo

"You'll never walk alone" (Nunca caminarás solo) es una canción grabada para el musical Carrousel de 1945, y que años después fue adoptada como himno por un equipo de fútbol inglés, el Liverpool FC.

Palabras más, palabras menos, el jueves pasado Pablo Waisberg dejó su moción emotiva cuando en el diario BAE se habló de la movilización por las Paritarias de Prensa 2013. “Les comento que en estas convocatorias uno termina encontrando a gente que no esperaba” dijo. Y acotó que esas reuniones transmiten una energía invisible, indispensable.
Entre las discusiones sobre porcentajes, especulaciones sobre la actitud de las cámaras empresarias y la evaluación que uno hace desde su prisma sobre los conflictos, donde no faltan temores o la búsqueda de precauciones, subrayé la reflexión de Pablo.

Las paritarias son una negociación salarial que contempla la ley de Contrato de Trabajo. El gremio de Prensa sólo concretó hasta hoy dos acuerdos, uno en 1975 y otro en 2012. Todavía no hay registros de que alguien le haya dicho al universo de este oficio: “¡Perdón por tan poco!” Incluso al considerar a compañeros que dieron su vida para que hoy podamos estar ejerciendo nuestros derechos, como también las obligaciones, sin riesgos letales. 
Y por esas sendas, después de años, aprendí que no hay que temer si uno defiende su profesión con el mismo énfasis con el cual se brinda en su medio a la hora del trabajo.

En este punto debo aclarar que si la negociación salarial se corona con los porcentajes esperados, cifras adicionales, sobre el convenio, etc será por mérito de los delegados paritarios y la actitud adecuada de los empresarios.
Si la Presidenta Cristina Fernández -en una delicadeza que agradezco- nos saludó  en nuestro día deseándonos buena suerte para esta discusión, es que la vamos a necesitar. 

Realzo aquí la sensación con la cual regresé a Bernal la tarde del viernes. Allí pude saborear, y lo seguiré haciendo, esas horas donde gente diferente, con pensamientos a veces encontrados, de generaciones diversas, se encolumnó pacíficamente por convicción.

Waisberg en su moción ponderó que uno encuentra en estas convocatorias a célebres que considera lejanos, a los cuales les pasan cosas como a uno. Y por allí va esta historia por el rumbo vital, aunque no se concedan aumentos, la energía la pudimos cobrar en efectivo. 
Las ventanillas correspondientes se abrieron en el Obelisco, la avenida Corrientes, en cada tramo de la recorrida, con abrazos al portador sin requerirnos el DNI.

Hay compañeros más notables casi inmunes a la sinergia, al empujón emotivo o quizás lo minimizan, admiro eso. En mi caso la voz de aliento es imprescindible. Lo cual no es virtud, quizás una mochila y desde ya una realidad. De allí que en la carpeta de recuerdos que traje a casa también están las palabras del corrector y dandy Norberto Peire. “Camino y quisiera encontrar a los compañeros de ayer” me dijo con la voz temblorosa mientras algunos, desde los edificios, arrojaban algunos papelitos a nuestro paso por Corrientes hacia el bajo.
Nos tomamos del brazo cuando un policía a bordo de una moto pasó por el costado de la columna para abrirnos paso. Por una cuestión de edad, el dandy Peire y yo pensamos al mismo tiempo que ese agente pudo  acercarse para otros menesteres, porque eso pasaba décadas atrás ante la menor expresión popular callejera.

Como dijeron desde algunos frentes que agrupan a los trabajadores de prensa “no importa si éramos 500,  800, 1.000”  esta marcha dejó de lado los datos duros para dar paso a la expresión de los que llegaron al centro porteño o los que estuvieron lejos pero pendientes incluso buscando alguna cobertura periodística del hecho.
Quiero dejar por escrito que fue reconfortante encontrar  a ex compañeros de redacción, a ex jefes, a mi profesora Susana Grassi, a  muchachos y chicas que conocí desde 2007 a la fecha, vitales ellos  y también a personas que aprecio con las cuales compartimos otros tiempos.
El dato sensible en cambio surge de considerar que hay soledades reflexivas, desde donde brotan ideas o cambios de rumbo-actitud. Otras soledades en cambio son condenas, allí se nos aísla para que el mundo se nos caiga encima. Y están los momentos donde el reencuentro con compañeros, amigos y el conocer a gente nueva no cotiza en ningún mercado. 
Allí se nos infla el alma y la emoción nos acelera el pulso.

Saber que "nunca caminaremos solos" es garantía esencial. "You'll never walk alone", además de ser el Himno del Liverpool F.C, es una canción para que la entonen todos los hombres de buena voluntad, aunque piensen diferente, aunque no sean amigos.





2 comentarios:

  1. Sin dudas, una postal de un hombre de a pie que ejerce su profesión con responsabilidad, pasión y compromiso, sin perder de vista que somos todos trabajadores. Gracias por resumir tantos sentimientos en marcha...

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  2. Hermosas palabras Luis de un día tan especial. En mis casi 15 añitos trabajando en este medio, nunca vi algo igual. Eramos pura energía, nuestros pasos y voces quedarán grabados en las calles del centro porteño. Imposible que no nos hayan escuchado!!! Beso enorme!!!

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